14/12/2022
Es evidente que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aún no ha aceptado la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva. Entre tanto, a pocos días de que finalice su mandato y deba ceder su puesto al mandatario electo, el actual Jefe de Estado, juega su última carta antes de dejar su cargo.
Es por ello, que desde hace tiempo viene presionando al presidente nacional del PL, Valdemar Costa Neto, para que presente una nueva demanda en la Justicia. En la cual solicita, la anulación de las elecciones y la realización de una nueva elección bajo la acusación de fraude. Más allá, de que esta idea nunca ha sido probada ante las autoridades y según las autoridades del Tribunal Supremo, tiene como objetivo mantener la movilización de los militantes contra la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) en el pleito que inició en octubre.
Por otro lado, el columnista Paulo Cappelli, del portal Metrópoles, exigido por partidarios, Bolsonaro presiona a Valdemar Costa Neto, titular del Partido Liberal (PL), supuestamente por una nueva acción que tiene el objetivo de calentar las calles. Según detalla el mismo, el exmilitar del Ejército pasó a trazar nuevas estrategias para evitar la posesión de Lula, quien el 12 de diciembre recibió la habilitación para el cargo en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y asumirá el 1 de enero.
Entre tanto, el periodista resalta que, Bolsonaro busca que Costa Neto meta presión y entregue al TSE, una acción pidiendo nuevos comicios, bajo alegación de fraude. Más que cualquier efectividad jurídica, la medida busca inflamar las calles y demostrar disposición al embate, señala el texto.
Dicha acción, solicitada por Bolsonaro, recurriría al artículo 14 de la Constitución Federal, la cual versa sobresoberanía popular y sufragio universal. Dado que, según establece en el párrafo 10, que reza: El mandato electivo podrá ser impugnado ante la Justicia Electoral en el plazo de 15 días contados del diplomado (certificar victoria electiva en el TSE), instruida la acción con pruebas de abuso del poder económico, corrupción o fraude.
Entre tanto, Costa Neto se resiste a poner en práctica lo que quiere el ex paracaidista, dado que tal como establece el columnista, este intenta disuadir a Bolsonaro de la idea de llevar adelante cualquier movimiento de ruptura institucional y busca convencerlo para disputar las elecciones en 2026.
Cabe señalar que, según el artículo el titular del PL se expuso lo suficiente cuando presentó una acción, basada en una auditoría contratada por la propia organización política, cuestionando las urnas electrónicas. Por lo que consecuentemente, fue condenado por el TSE a pagar una multa millonaria, al considerarse una operación de mala fe.
Entre tanto, miembros de la base bolsonarista en el Congreso afirman que el presidente parece sin un rumbo fijo y no comunica con claridad lo que pretende hacer desde su fracaso en las urnas. No obstante, Capelli asegura que el legislador Flavio Bolsonaro, hijo del gobernante, manifestó a su columna que un golpe militar nunca fue considerado.
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